La Juventud y encontrando mi verdadero oficio.

Mi juventud fue una de las partes mas dificiles de mi vida. Pero la adolesencia fue el peor capitulo. Aun recuerdo todos mis compañeros, me decian el eslabon perdido, por lo chiquito peludo y feo. Todas las chicas de la clase me miraban con asco, y cuando se me acercaba una, como ultimo recurso, miraba al piso y me lo pedia con ternura (mas bien, con lastima...) lo que necesitaba. Pero no todo era malo en esa epoca, tenia buenos amigos. Si, si, aunque usted no lo pueda creer. Mis amigos eran el osito Teddy, que me ayudaba a dormir por la noche y Barbie, que era mi putita, y me ayudaba a sacar mis satisfacciones sexuales. Era de esas cosas, que me ayudaron a seguir adelante con mi vida.

Pero habia algo que recorria en mis piernas, pasando por mis testiculos y llegando a mi corazon. Era Peñarol y el futbol. Vivia momentos de gloria con ellos. Por eso, probe todas las posiciones que vi de mis idolos para triunfar en el futbol. Quize ser Ladislao Mazurkiewicz, pero luego en el arco me gane facilmente el apodo de Calzon invisible, porque no tapaba nada. Asi que me movi para la delantera, queriendo ser ese negro ecuatoriano con terrible olfato goleador, como lo era Alberto Spencer que era mi gran idolo. No logre meter gol en ningun partido, y mis padres ya no querian verme jugar, era una verguenza para ellos. Asi que en vez de probar mi posicion jugandolos, preferi analizarme. No tenia talento, no podia ser buen cabezeador ya que no tenia altura, no era fuerte, pero tenia ese pique de velocidad que nadie me podia ganar. Asi que decidi ser lateral derecho, como el entrenador de aquellos años de Peñarol, Roberto Scarone. Me fui a probar directamente en Peñarol, pero me mandaron directamente a la mierda. Fui a uno de los clubes, que por esa decada, lo unico que hacia, era ser uno mas de Uruguay. Si, fui a Defensor Sporting. Ahi directamente me dijeron que podia ser un genio, e idolo, pero como era muy feo que me olvidara de lo ultimo que dijo. Asi que jugue mas o menos, no jugaba, jugaba, pase por Nacional (pero soy manya, eh? nada de dudas) y otros clubes sin importancia, como el Atletico de Madrid, donde conoci a Luis Aragoneses (hoy, tecnico de España), a lo que me dijo que no tenia talento alguno, y de una patada, me envio a Uruguay de nuevo. Luego cuando vi que no servia como jugador de futbol, decidi dedicarme a otra cosa. Intente ser carnicero, pero me calentaba tan mal con los chorizos, que decidi alejarme de ese negocio. Luego pedi trabajo en el correo de cartero, pero no podia aguantar la tentacion de abrir las cartas y leerlas, cosas tristes o muy contentas, que me alegraban o me amargaba el dia. Pero me descubrieron abriendo las cartas, asi que me echaron. No tenia trabajo y mis viejos no me querian mantener. Asi que vivi en las calles con frio y hambre. Entonces vageando, me encontre una discusion entre los presidentes del Tanque Sisley y el de Wanderers de Artigas (en esa epoca, ninguno de esos dos clubes tenian despacho, porque eran clubes de mierda) discutiendo en el medio de la calle por un jugador. Me meti de por medio y resolvi en un instante. Me dieron las gracias, y el presidente de Wanderers de Artigas se subio a su fitito y se fue, saludando con una sonrisa. El presidente del Tanque Sisley, creo que sobrino de el primer presidente de ese club, Domingo Santos (jeje, que comico en nombre), me dijo que tenia buena parla y que podia ser un negociador, y exitoso, pero que me olvidara del ultimo ya que era muy feo. Asi que se me prendio la lamparita, me compre un trajesito y empeze ayudar a esos jugadores de segunda division a dar su salto a jugar a primera. Fueron mis comienzos, dificiles, pero que me ayudaron ahora a ser la persona mas importante del pais, mas que Tabare Vazquez o el viejo mamarracho de Mujica.

Que ser feo y exitoso no van de la mano? yo comprobe todo lo contrario.